jueves, 20 de marzo de 2008

Salgo como siempre para recorrer los senderos del hedonismo.
Establezco vínculos sociales en antros sucios y ruinosos pido una copa y me pongo a beber,
agarro la botella y vuelvo a beber.
Todo se tuerce y yo sigo por los senderos del hedonismo.
Trago con la mierda de la que está cargada el mundo,
trago con el alcohol de la botella y las drogas que acaban en mi mano.
Todo me importa un carajo mientras yo siga los senderos del hedonismo.
Despierto como siempre en un entorno desolado dónde reina el asco y el dolor,
la angustia y la perdición como consecuencias de la autodestrucción.

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